Las Nuevas Visitas

Les cuento en resumen lo que ha sido mi evaluación de lo que han sido las visitas decretadas por el tribunal a contar del sábado 8 de Octubre. Conociendo a la contra parte, de seguro utilizarán la situación al revés:

1. El padre llegó con su mamá el sábado 8 de Octubre puntualmente a las 10.00 am a buscar a mi hija. Ella se alegró al ver a su papá, sin embargo nos costó una hora que aceptara soltarse de mis brazos y subirse al auto de la abuela paterna. Para lograrlo, acepté que él pasara al departamento y la niña jugó un rato con él, hasta que llevándose 3 juguetes y pidiéndome que la acompañara hasta el auto, aceptó irse una hora después.

2. El padre devolvió junto a su madre a mi hija en mi domicilio, el mismo día, puntualmente a las 16.30 horas. La niña no tuvo problemas en bajarse del auto, sin embargo quería que el papá se quedara. Lloró dramática y desconsoladamente rogando a su papá que se quedara jugando con ella y él no aceptó ya que tenía compromisos con su madre y sus amigos. Mi hija lloró bastante rato diciendo que ella no era importante para su papá.

Con estos dos hechos, quiero que tengamos siempre presente que jamás he obstaculizado la relación de mi hija con su papá. Siempre han estado las puertas abiertas para que la visite, sin embargo, él prefirió dejar de visitarla un año con tal de acusarme de incumplimiento hasta el punto de 9 veces solicitar compensaciones, multa y arresto. Logró la orden de arresto, y un año y un mes después de haberme entregado a mi hija golpeada, tiene nuevamente visitas, sin embargo, pese a los ruegos de su hija, él no accede a complacerla. Una vez más, es más importante ejercer su voluntad y cumplir con sus compromisos sociales que atender a su hija.

3. El papá fue a buscar a su hija puntualmente a las 14.30 hoy, martes 11 de octubre de acuerdo a lo decretado, sin embargo se presenta sin su madre ni hermano. Él no contaba con que yo estuviera en la casa y creyó que la nana se la entregaría. La nana lo estaba esperando en la puerta del edificio con mi hija a las 14.05 pm. 25 minutos antes. Al llegar yo, y notar que él venía solo, pude impedir que la retirara sin que la niña se percatara de lo ocurrido.

4. Al decirle por citófono que no se la entregaría, él comenzó a llamarme insistentemente por celular. Al contestar me llenó de insultos diciendo que por mi culpa su hija sufre. Que si acaso no me daba lástima causarle tato sufrimiento a su hija incluso viendo como ella lloraba por él el sábado. Que ella lo necesita y yo impido la relación. Le expliqué que sin su madre ni su hermano no podía entregarla. Luego de eso le expliqué que le había enviado un email de buena onda hacía una semana para pedirle que entendiera que siempre iba a proteger a la niña y que tome todo esto como una oportunidad para ser un mejor papá, y me insultó y gritó 5 veces: loca de patio! Corté el teléfono.

5. El papá llegó en un Jeep Compass nuevo, estuvo detenido más de media hora en una rotonda, que le permitía tener visión de mi departamento, tal como muchas veces lo ha hecho, hostigando y esperando que yo salga.

Esta situación una vez más indica que él sólo hace su voluntad. Es más importante comprar un auto nuevo cada año que pagar una pensión justa, y más importante, ir a buscar el auto, que postergar eso para cumplir con su hija como lo ha establecido el tribunal. Es decir, en vez de ir a buscar a su mamá, fue a buscar el auto nuevo.

Todas las veces él ha sido quien ha incumplido los acuerdos. El 8 de Agosto llegó a las 18.30 horas en vez de las 14.00 horas. Antes de eso, el 5 de Septiembre de 2010, la entregó con golpes. Tal como dice el peritaje, primero está la satisfacción de sus necesidades.

El daño moral que ha causado con todo esto se resume en:

- El acoso me significó cambiarme del piso 2 al pìso 9 en el mismo edificio con el correspondiente e innecesario gasto económico.

- La orden de arresto me ha significado problemas de cumplimiento en mi trabajo y permanecer en diferentes lugares escondida con mi hija y la nana. Esto le ha generado inestabilidad a mi hija.

- Todo esto ha afectado emocionalmente a todo el resto de mi familia (padres, abuela, etc.)

- Tuve que sacar a mi hija del Jardin Infantil ya que las mamás de los otros niños me llamaban para preguntarme por qué el papá de ella estaba todos los días en la sala, además ella no podía hacer su trabajo y corría riesgo de que el papá la sacara del jardín y no la devolviera.

- Tuve que regalar el hamster, la mascota de mi hija, lo que le ha causado mucha pena.

- Mi hija abandonó amigos en el jardín, su huerto y el taller de arte. Tenía rutinas y vínculos que se quebraron.

- El papá causó un quiebre en mi relación con la Directora del jardín al acusarme de incumplidora y señalar mi orden de arresto, lo que le otorgó más credibilidad en mi contra.

- Los llamados e insultos del padre no me dan paz para resolver mi vida como quisiera ni para trabajar.

- El hecho de entregar mi hija a un potencial pedófilo me tiene destruida emocionalmente.

Espero que algún día el Tribunal se ponga en mi lugar y se den cuenta de todos estos errores. Y espero algún día ser libre de este lastre y ser feliz con mi hija en normalidad.