Habían pasado tres meses desde el episodio del 5 de septiembre (http://madrehastaelfin.blogspot.com/2011/08/el-5-de-septiembre.html) cuando estaba con mi hija en el Jumbo.Ya las noches eran más tranquilas, habían disminuído las pesadillas y había dejado nuevamente los pañales que debió volver a utilizar desde el día que su padre le golpeó.
Al mirar el carro del lado, ve un papá con una niña. La mira y le dice:
- Hola. El es tu papá?
- Sí. - Dijo la niña.
- El mío me pega.
El corazón se me apretó y sigue apretado cada vez que leo un oficio del tribunal.
En tribunales esto da lo mismo. Disculpe señora jueza por no haber tenido una grabadora en ese momento.
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