viernes, 26 de agosto de 2011

Luces Altas

El padre de mi hija llegó en la mañana con carabineros a buscar a mi hija de 9 meses de edad, en septiembre del 2008.

Yo vivía en un departamento que daba a la calle.

Al no abrir la puerta, comenzaron a patearla con carabineros. Le daban golpes de puño y tocaban el timbre sin parar.

Fue tanto, que mi hija me miró con sus ojitos de bebé terriblemente asustada, y rápidamente saqué mi pechuga y se la di para que tomara leche en vez de ponerse a llorar.

No debían saber que estaba ahí. Si me negaba a abrir la puerta a carabineros era grave. Así que me metí al closet de mi pieza y me escondí para que no nos escucharan.

Revisaron todo el edificio y vieron mi auto estacionado abajo. Carabineros se fue pero él se quedó hasta que oscureció. Haciendo la guardia para ver si yo estaba...

Las ventanas de mi departamento daban a la calle Diego de Almagro. Tenía que gatear a buscar los pañales, la comida, el agua... No podía dejarme ver y ya llegada la noche, no podía encender las luces para que él no supiera que estaba dentro.

Pero él persistió, se instaló frente al departamento en la calle del frente con las luces altas esperando y amedrentándome.
Las luces de xenón de su auto fueron las única que nos iluminaban y fueron el espantacuco de mi guagua hasta que se quedó dormida.

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